Osteopatía

La osteopatía es un conjunto de técnicas manuales y tratamientos no invasivos, que se emplean para tratar lesiones y aliviar molestias y dolores a través de la recuperación del equilibrio orgánico.

Una de las características de la osteopatía es su visión holística del cuerpo, es decir,  entiende el cuerpo humano como una unidad completa y no como un conjunto de órganos. De esta forma, trata las lesiones desde su origen, analizando las posibles causas. Además, trabaja potenciando la homeostasis, es decir, la capacidad de los organismos vivos de mantener unas condiciones estables favorables para la realización de las funciones orgánicas.

Es importante que la osteopatía sea ejercida por un osteópata colegiado, para evitar lesiones o efectos colaterales negativos. En España, la osteopatía es considerada una rama de la fisioterapia.

Tipos de osteopatía

En osteopatía, se pueden diferenciar tres tipos fundamentales: en primer lugar, la osteopatía estructural, se centra en el sistema musculo esquelético. Es la más empleada para corregir las patologías y lesiones relacionadas con huesos y músculos.

También se puede diferenciar la osteopatía visceral, que se centra en la estimulación y rehabilitación de las vísceras y órganos vitales, como el estómago, el páncreas o el aparato reproductor.

Por último, existe la osteopatía craneal, que estudia la relación entre la estructura del cráneo y el sistema nervioso. Mediante este tipo se estimula la movilidad del líquido cefalorraquídeo, para recuperar el equilibrio orgánico.

¿Cuándo recurrir a la osteopatía?

La osteopatía es una técnica que, sin ser intrusiva, ofrece buenos resultados. Está recomendada para pacientes de lesiones crónicas, que ya se han sometido a distintos tratamientos sin obtener resultados positivos estables en el tiempo.

Existen ciertas patologías y situaciones que pueden ser propicias para acudir a un osteópata. Por ejemplo, en el caso de enfermedades agudas, en las que se hayan consumido medicamentos durante un período largo de tiempo, la osteopatía puede contribuir a que el aparato hepático y digestivo recupere el equilibrio después de las alteraciones provocadas por la medicación.

La osteopatía, también, es recomendable para tratar el estrés emocional y psicológico, ya que trabaja la relajación muscular, lo que, en muchos casos es beneficioso para estas patologías

Aplicación de la osteopatía

Como se ha explicado, la osteopatía está indicada para el tratamiento de alteraciones orgánicas muy diversas, a continuación se va a explicar qué patologías pueden tratarse mediante osteopatía. En primer lugar, las patologías osteo-articulares y músculo-esqueléticas, como por ejemplo, esguinces, tendinitis o contracturas musculares.

También, es recomendable para tratar enfermedades digestivas y patologías genito-urinarias, como cistitis, amenorrea o trastornos menopáusicos. Además, puede ayudar con trastornos de incontinencia. En el caso de pacientes de enfermedades respiratorias, la osteopatía también puede ofrecer buenos resultados.

En otra línea, se puede aplicar en patologías neuronales, que afecten a la calidad de vida del paciente, como cefaleas o migrañas, o en trastornos del sueño o trastornos anímicos, mediante la relajación muscular.

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